SODALITA
Su característico color azul, producto del sulfato de cobre incluido en la base silícica, se encuentra veteado por estrías blancas, que indican la presencia de hidróxidos de sodio y potasio.
La sodalita es fundamentalmente una piedra del tercer ojo, aunque puede utilizarse también en el chakra laríngeo, sobre el cual activa las facultades expresivas, sobre todo en el orden oral y corporal.
Aplicada sobre el tercer ojo, aporta calma y serenidad y ayuda a armonizar el cuerpo mental con el emocional; por eso es ideal para las personas muy sensibles o impulsivas. Se la recomienda especialmente para superar separaciones dolorosas o relaciones conflictivas y, en el plano físico, para regular el sistema endocrino.
Como toda piedra azul, es una buena comunicadora y resulta muy efectiva para los oradores, actores, estudiantes que rinden exámenes, etc.. En este sentido, su alta densidad (la mayor parte entre las piedras de color azul), aporta aplomo y firmeza para enfrentar las circunstancias. En meditación, ayuda a liberarse de viejos esquemas y dogmas espirituales, para que el pensamiento consciente pueda canalizar y dirigir las emociones hacia la verdad y el pensamiento superior. Las estrías blancas simbolizan la luz que llega para organizar los pensamientos errantes.