PERLA

La perla es una concreción de carbonato cálcico producida por algunos moluscos bivalvos como reacción a la inclusión de partículas extrañas, siendo considerada como una piedra preciosa. Su hermoso color opalino va desde el blanco y el gris hasta el negro, pasando por tonos amarillos, rosados, azules y verdosos. Las podemos encontrar en los colores blanco, negro, crema y rosado, pero el color preferido es el blanco. Existen puntos marinos específicamente productores de perlas, pero también se dan las perlas de agua dulce.

En las primeras épocas del cristianismo, la perla era el símbolo de la pureza, la humildad y la consagración a Dios y en la Edad Media adornaba frecuentemente la ropa de los sacerdotes. Relacionada con la mujer y la luna, en Asia se la utilizaba como poderoso talismán para la fecundidad femenina. Para los griegos, estaba considerada símbolo del amor y del matrimonio. En el Atharva Veda está asociada al símbolo de la inmortalidad, y entre sus seguidores recibe el nombre de "hija de Soma".

En el plano físico, ayuda en las afecciones menstruales y promueve el equilibrio emocional, físico y hormonal de la mujer. Gracias a su alto contenido de calcio, es ideal para tratar los problemas de las articulaciones y los huesos, y para fortalecer la piel, las uñas y los cabellos.

En astrología está asociada al signo de Géminis. Para los chinos representa uno de los ocho emblemas que simboliza el genio de la oscuridad, y por su forma de aparecer escondida en una ostra se la asocia a la feminidad creadora, por lo que representa el principio Yin.

La más utilizada en gemoterapia es la perla blanca, que eleva espiritualmente al que medita con ella y favorece la armonización de los cuerpos. También tiene la propiedad de absorber las energías negativas y conectar con los planos superiores de la realidad.