CITRINO

Una modalidad de cuarzo, su color va desde el amarillo limón hasta un dorado rojizo profundo; estos cambios de tonos son debidos a que en su composición aparece también hidróxido de hierro y cromo.

En el aspecto físico, se recomienda para los casos de afecciones crónicas del hígado, el bazo, el páncreas y la vesícula biliar, aplicado sobre el tercer chakra. Reactiva la actividad intelectual agotada por problemas o esfuerzos continuados y, resulta ideal para los estudiantes en épocas de exámenes o personas que deben completar tareas intelectuales en planos determinados.

El cuarzo citrino, muy buscado en cristaloterapia, aporta incentivo, esperanza y gozo de vivir, ya que su energía se asemeja a la solar, reduciendo las tendencias autodestructoras y elevando el nivel de autoestima. Paralelamente, armoniza el cuerpo mental con el emocional, llevando al primero a un estadio superior. 

Sumergido en agua para beber, combinado con cuarzo prasio y rosado, o con amatista y rodocrosita, forma una trilogía perfecta para experimentar paz y serenidad y ahuyentar los fantasmas de la ira, la envidia y los celos.